Perchas de pinzas
Irene, una venerable señora que conocí en Guatemala, me enseñó a guardar los manteles colgados de perchas de pinzas, para evitar que, al usarlos, tuvieran las engorrosas marcas del plegado.
De ahí surgió la idea de fabricar perchas a juego con los manteles que iba diseñando.
Luego las perchas cobraron vida propia, y empecé a divertirme haciendo perchas que me recordasen cosas: el circo de mi infancia, cuadros de pintores favoritos, el color de los días, banderas… y ya no sólo para colgar manteles: se las hago a mis hijas para sus armarios, a mi nieto para colgar sus pantaloncitos…
Perchas forradas en lanas de colores.
Son piezas artesanales únicas, nunca salen dos iguales, las voy creando sobre la marcha, a mi criterio, con los colores que me piden o en función de la persona a la que vayan dirigidas…
Paquetes de tres perchas – 12 euros